En la Edad Media, el Château Fort de Saissac fue reforzado y ampliado para convertirse en una de las fortalezas más grandes de la región. Era entonces un lugar de residencia para los señores locales y un lugar de refugio para los habitantes de la aldea en caso de un ataque. El castillo fortificado se ha convertido en una fortaleza importante para la defensa de la región contra las invasiones enemigas. En los siglos siguientes, el pueblo de Saissac fue escenario de muchos conflictos y guerras. Durante las cruzadas, el pueblo fue tomado y tomado por los cruzados y los musulmanes. Durante las guerras de la religión, la aldea fue tomada y tomada por católicos y protestantes. Finalmente, durante las guerras de la religión francesa, la aldea fue tomada y ocupada por las tropas reales y las tropas protestantes.